domingo, 14 de diciembre de 2008

Nueva hipótesis iconográfica de la, hasta ahora considerada, Artemisa de Rembrandt

Los pasados días 17 y 18 de Noviembre se impartió en el Museo del Prado el curso monográfico Rembrandt pintor de historias, al cual tuve la oportunidad de asistir, al igual que su exposición igual titulada y la cual permanecerá abierta hasta el próximo 6 de Enero.

En la última ponencia del curso titulada Rembrandt y España, Teresa Posada Kubissa (Conservadora del Departamento de Pintura Flamenca y Escuelas del Norte hasta 1700 del Museo del Prado) lanzó una nueva hipótesis acerca de la iconografía del cuadro perteneciente al museo del Prado (único cuadro de Rembrandt que posee el museo) llamado hasta el momento Artemisa, planteando que quizá no se trate de la iconografía de Artemisa, o de Sofonisba como se venía diciendo hasta el momento, sino más bien de una escena del pasaje bíblico de Judit.

Teresa Posada argumentó su teoría mediante numerosas premisas, en primer lugar refutó la teoría de que se tratase de Artemisa bebiendo las cenizas de su esposo como narra la historia, pues la criada aparece con la mano derecha tapada, en señal de respeto, sin embargo, detrás otra sirvienta sostiene un saco en el que se supone están las cenizas de su amado, lo cual crea una fuerte contradicción y es motivo principal de descarte en dicha teoría, pues no puede ser que una sirvienta trate con tal tosquedad las cenizas, mientras que otra muestre dicho protocolo de respeto hacia el difunto.

Seguidamente pasó a comentar lo importante que es pensar en el contexto del autor del cuadro, Rembrandt es un pintor holandés, que cómo tal está acostumbrado a pintar escenas de interiores, además es sabido de la declinación de Holanda al protestantismo y por tal, la poca costumbre de representación de escenas bíblicas, además del genial talento del pintor, que nos muestra a una Judit diferente a la representada comúnmente en el mundo católico, bien por propia originalidad del pintor, o por la procedencia de este, quizá las dos cosas.

Es por ello que la conservadora defiende que pertenece al tema narrado en el libro de Judit a partir del capítulo doce y que la escena trata más bien de la escena que antícipa a Judit degollando a Holofernes, cómo podemos observar en Judit, capítulo 12, 15-16, en el cual pone:

“Después se engalanó –Judit- con sus vestidos y todos sus ornatos femeninos”
Judit se vistió elegantemente para la cena, en el cuadro vemos a una mujer arreglada con lujosas joyas y vestimentas, lo cual concuerda con las escrituras, a continuación en Judit 12,18-20 nos dice:

Judit respondió, beberé pues señor, pues nunca, desde el día en que nací, nunca estimé en tanto mi vida”
lo cual concuerda con el gesto de Judit asustada y a su vez acatando lo que se le había dicho.

Por último podemos explicar el gesto de la sirvienta con su mano tapada en señal de respeto, y la suntuosidad de la copa, que es a su vez una concha de nautilus, con los versículos 13-14 del capítulo 12 en los cuales dice

“Para beber vino alegremente con nosotros y ser, en esta ocasión como una de las hijas de los asirios que viven en el palacio de Naubucodonosor”
puesto que era tratada en esos momentos como a una más de la corte del rey asirio.

Finalmente la tesis queda reforzada con la imagen de la sirvienta de Betulia venida con Judit, la cual acerca el arcón en el cual Judit después introducirá la cabeza degollada de Holofernes como dice la Biblia

“Entregó la cabeza de Holofernes a su sirvienta, que la metió en la alforja de las provisiones”.

Sin duda, la nueva interpretación iconográfica es un avance para comprender las características de la pintura de Rembrandt, siempre originales.



*Imagen: Artemisa o Judit de Rembrandt y radiografía de parte del cuadro, extraídas de Museo del Prado.

**Vídeo extraído: Youtube

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